miércoles, 30 de julio de 2008

La Gasofa

Bueno pues ya estamos mejor. El fantasma de la crisis se aleja justo a tiempo para comenzar las vacaciones de verano con buen pie. Tiempo para respirar. Y al mismo tiempo, siga creyendo en lo reyes magos.
Creo que a estas alturas a algunos se les ve el plumero.
Primero niegan la mayor eludiendo hablar de “ella” ya ahora, a bombo y platillo nos anuncian el descenso de la gasolina.
Joder que prisa se dan cuando interesa. Todo sea por la estabilidad social.
Por fin, ahora, la gasofa esta mas barata. No tanto como lo estuviera el pasado año, pero si mas barata que la pasada semana. ¡Echemos las campanas al vuelo! ¡Aleluya!
-¿Eso significa que también bajará el precio de la cesta de la compra?
-Naturalmente que… NO.
La cesta de la compra, como la mayoría de los precios, solo tienen un recorrido, el de subida, sin vuelta atrás o lo que es lo mismo, sin bajada. Una vez se establece un nuevo precio al alza, es más que extraño que el mismo vuelva a bajar. Siempre ha sido así.
-hay excepciones
-El pollo es una de ellas. El pollo esta en un constante sube y baja, al mas puro estilo polvete en la postura del misionero. Aunque eso si, sube mas que baja. Nadie es perfecto.
Sube el petróleo, sube el pollo. (Y permanece por las nubes). ¡Que malo es el pollo, nos ha hecho trizas las previsiones de inflación!
Se resfrían los pollos, el precio de su carne baja (a ver quien se come un pollo griposo) ¿Ud? yo no.
-Sigue siendo un pesimista. ¿Acaso no ha bajado la vivienda?
-Y lo que te rondare morena. Si tenemos en cuenta que cada día (según la televisión publica) 36 familias pierden su hogar por aquello de no poder pagar la hipoteca, pues no es de extrañar que los precios bajen. De hecho, esa bajada, o deflación, suele ser uno de los más claros síntomas de crisis.
-¿Qué crisis?
-Perdón, me olvide, no existe tal cosa y el que opine lo contrario es un antipatriota. Olviden todo lo escrito hasta este momento y disfruten de sus vacaciones en el caribe comiendo marisco a dos carrillos a cuenta de la tarjeta de crédito. ¡Y a vivir que son dos días!
Un saludo

3 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Lo que digo siempre pero NADIE me hace caso. Los ciudadanos nos deberíamos rebelar ¿cómo? Pues, quizá, una gran mani a nivel mundial--igual que cuando la guerra de Irak que no nos hicieron caso pero... esta vez dando alguna estacada que otra a los políticos mediocres que tenemos y, verdaderamente, no nos merecemos. Al fin y al cabo SOMOS LA MAYORIA. Besotes, M.

Exiliado dijo...

Hay grupos de personas que ya lo hacen, i.e. plataformas antiglobalizacion, jovenes okupas, etc.
Pero el borregato general, es decir el otro 95% de los ciudadanos mundiales les toman por locos los desprecian o los criminalizan.
Yo estoy contigo. Una huelga general a nivel europeo seguida por todos los ciudadanos, paralizar el continente de norte a sur, y te garantizo que los politiquillos se lo pensarian dos veces antes de seguir haciendo el canelo.
Nacionalizacion o expropiacion de las empresas que abusan de sus clientes o trabajadores (o ambos) puede parecer radical, pero seria un buen aviso a navegantes para que los empresarios dejaran de hacer el canelo. Por ejemplo la gasista British Gas acaba de aumentar sus precios un 30% (a pesar de la bajada de los precios del petroleo pero argumentando la carestia de los carburantes)y un dia mas tarde ha anunciado unos beneficios sin precedentes para los ultimos meses... y claro bonos millonarios para sus directivos. Bueno pues esa empresa, nacionalizada y punto, por atracadores. Y asi iriamos mejor.
Pero... ¿quien le pone el cascabel al gato?
somos una generacion de eunucos sociales. Asi nos va.
Besos

Merche Pallarés dijo...

Sí pero la cuestión es ¡¿Cómo lo hacemos?! Nos tienen separados y enajenados, completamente atados y bien atados y si uno quiere salir del redil, por ejemplo, escribiendo cartas en los periódicos, pues no te las publican y punto. Solo internet podría ser la solución de unirnos pero, veo que tampoco... Estoy harta de escribirlo en todos los blogs y, nada de nada. No comprendo cómo la gente puede ser tan sumisa y borrega... Besotes, M.