martes, 8 de julio de 2008

Esperpento


Por una vez, y sin que sirva de precedente, El presidente norteamericano y la comunidad Gay de Bristol están de acuerdo. Los arbustos no se cortan.
El primero se opone por razones obvias. Cortarle lo que le sobra al Sr. Arbusto, es decir Bush, pues como que no.
Yo al menos no me dejaría si fuera el, que afortunadamente no es el caso.
Imagínense que en vez del “pelo” le cortan la cabeza. Más de uno y más de dos se apuntarían voluntarios a hacerlo. Por tanto comprendo que se niegue. Por tanto tiene razon. Los arbustos, ni tocarlos.
Los segundos lo hacen por otra razón.
Leo en el periódico una noticia que ha hecho desternillarme, aunque aun resulta difícil de creer.
La corta de arbustos en un parque publico de la capital, Bristol, va en contra de los derechos de los Gays.
-¿Cómo dice? ¿Me lo puede repetir?
-Pues si. Según una asociación de defensa de los intereses Gay promovida y pagada por el ayuntamiento de Bristol, cortar los arbustos en la zona conocida como “The Downs” que es un magnifico parque publico, va en contra de sus derechos.
La razón de esta sinrazón es el hecho de que los miembros, miembras y miembrs de este colectivo han decidió transformarlo en un picadero al aire libre y por tanto necesitan los arbustos para esconderse. ¡Con dos cojones!... o lo que sea
-Pero, yo pensaba que chingar en publico esta prohibido en el Reino Unido
-Y lo esta. De hecho ha habido redadas para tratar de cazar con los calzones y las braguitas quitados/as a ese otro grupo de personas que se denominan Swingers, es decir ese colectivo a los que les pone a 100 hacerlo en publico, o mirar como otros lo hacen.
-Claro pero esos no son Gay
-Pues no, pero ¿Qué tiene que ver?
-No nada, yo solo puntualizaba.
No lo voy a negar. En mi lista de lugares donde me lo he hecho se incluyen playas (no recomendable por eso de la arena), campos (cuidado con los cardos), parques públicos y aparcamientos de algún aeropuerto americano. En dos ocasiones he tenido la osadia de hacerlo en cuasi sagrado, es decir frente a algun monasterio.
Pero tanto mi pareja como servidor éramos conscientes de que si nos pillaban con los pantalones bajados pues acabábamos en la perrera, lo que en cierto modo, le daba al asunto algo más de morbillo.
Pero de ahí a considerar que estoy discriminado porque los operarios municipales hacen labores de limpieza y acondicionamiento de un parque publico…
El caso es que si la noticia se hubiera quedado en eso, pues seria algo risible, una mera anécdota. Pero no. Aun hay más.
De hecho esta polémica no es nueva, y las autoridades municipales han evitado enojar al colectivo gay parando hasta hoy los trabajos de acondicionamiento de la zona, con lo que, seamos serios, el resto de la comunidad es la que ha salido perjudicada, o utilizando otra terminología, se ha discriminado al resto de la ciudadanía, amen de estar causando serios riesgos a una flora y fauna muy particular que a decir de los entendidos necesitan de esos trabajos para mantener su hábitat.
Esta asunto, sin embargo, tiene otro episodio anterior que merece toda una película cómica.
Hace algunos meses los bomberos de Bristol acudieron a ese lugar, supuestamente tras recibir una llamada en la que se les advertia de riesgo de incencio. Al menos eso es lo que cuentan. Aparentemente andaban buscando algo entre los rastrojos, para lo cual utilizaron unos potentes focos con los que, sorpresa sorpresa, pillaron in fraganti a quienes, con la ley en la mano, estaban cometiendo un delito.
Sin embargo, fueron los propios bomberos los que acabaron pagando el pato. Se les expedientó, se les aplicaron medidas disciplinarias, se les multó, y se les degradó en el escalafón.
Si los hechos hubieran ocurrido en un picadero oficial, pues lo comprendería. Al fin y a la postre hubiera sido un acto claramente homófobo.
Pero Oiga, que ocurrieron en un lugar público donde, con el código penal en la mano los “ofendidos” debieran de abstenerse de andar dándose por… lo que sea.
Como ven, no solo en la Celtiberia ocurren cosas como para ponerse a mear y no echar gota. La plaga de la corrección política absurda (digo la absurda, aclaro) también campa por sus respetos en estas campas que ya no son de la reina y sus súbditos, sino que aparentemente pertenecen a un colectivo que manipulando están marcando la vida publica, estan transformando este vivir en un autentico esperpento,
Tuco, amigo, ten cuidado. Tu canción “Soy Hetero” puede acabar en el índice de temas prohibidos cualquier día de estos.
Un saludo

4 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

¡Increible! Me he reido con tu post pero tambien me ha erizado el cabello. ¡No lo puedo creer que el país que desterró a Oscar Wilde y que persiguió con saña a todo homosexual que saliera del armario ahora se preste a esta pantomima! Definitivamente, querido exiliado, el mundo está loco, loco, loco. ¡REVOLUCION CIUDADANA YA! Besotes, M.

Exiliado dijo...

Incluso mas. Cuando yo llegue a esta isla aun se debatia sobre si los muchachos jovenes de 16 años podian mantener legalmente relacciones homosexuales o no. Hasta entonces era delito.
Paradojicamente no para las mujeres ya que el lesbianismo no estaba considerado un delito porque su majestad la reina Victoria no creia en su existencia. Bueno, eso es lo que dice la leyenda historica, pero parece ser cierto
Saludos

Exiliado dijo...

Por cierto, para aquellos que quizas no se lo crean, pues ahi va el link con la noticia. Saludos

http://www.metro.co.uk/news/article.html?in_article_id=207974&in_page_id=34

PILAR dijo...

Efectivamente, esperpento.
Es muy fuerte.
Ahora que nadie nos oye, te voy a contar una de Burgos. Un amigo hace poco, por la noche, estaba sacando al perro y se fue de paseo por el pinar de Cortes, y menos mal que iba con el perro...Es un lugar de encuentro, que por cierto tiene una terminología inglesa. Osea que los gays van a encuentros "a ciegas", al aquitepilloaquitemato, y hasta otra.
No sé qué psará si algún día se incendia ese pinar.
Por cierto, el Tuco un "salao" donde los haya.