Circulaba ayer a mas de 200 Km. por hora por la campiña inglesa, pero no teman no soy tan temerario ni mi coche es tan potente. Iba de pasajero en un tren.
Uno de esos trenes que unen la ciudad de Bristol con la capital, Londres.
Y mientras el tren avanzaba mis pensamientos retrocedían a tiempos pretéritos, a otros viajes en otros trenes en un país distinto.
Me vino a la cabeza el recuerdo de un viaje que hice de Burgos a Madrid vía Aranda de Duero. ¿Cuantas horas estuve en aquel maldito cacharro sudando como un poseso? No recuerdo, muchas.
No era el TALGO, era un expreso normal y corriente de aquellos que paraban en todas las estaciones, apeaderos y cuya velocidad era equiparable a la de un ser humano marchando a pie.
Los burgaleses hemos tenido muy mala suerte en materia ferroviaria. De entrada la Madrid Irún parte en dos la ciudad, y el traído y llevado soterramiento no pasa de ser un proyecto del que ya se hablaba hace 20 años como algo inminente. Creo que por fin han comenzado las obras, aunque otra cosa es que se acaben.
Porque en eso de obras ferroviarias inacabadas también tenemos nuestra experiencia, léase el Santander Mediterráneo.
Pero si algo es sangrante es el caso de la línea Madrid Burgos y su estado de dejación. Me pregunto si siguen circulando trenes por esa línea o si ahora todos van dando un rodeo por Ávila, que alguien me conteste. Cuenta la historia que tras un trepidante avance inicial en las obras, los avatares de la guerra y lo que es más sangrante, decisiones políticas de antes y después del conflicto frenaron el desarrollo del proyecto retrasando su apertura hasta 1968. Como ocurre muy a menudo, una decisión política acaba retrasando o tirando por la borda todo un proyecto publico en el ya se han gastado millones.
Algo similar ocurrió después con el Santander Mediterráneo, del que prefiero no hablar. Creo que su cierre sigue levantando ampollas entre los burgaleses, y con razón.
El viaje de Bristol a Londres utilizando el tren es un lujo, a pesar de que los ferrocarriles británicos están de capa caída. Es un viaje caro, producto de una política de privatización que olvida que poner en manos privadas ciertos servicios suele acarrear desastrosas consecuencias para los mismos.
Pero a pesar de eso es todo un lujo, con una frecuencia de 2 trenes a la hora en ambos sentidos.
Es rápido, limpio, sin estrés… Uno se sitúa en el mismísimo centro de Londres en hora y cuarto, sin problemas de aparcamiento, eso a pesar de que hay tramos que el tren marcha a una velocidad muy baja.
Creo que los últimos trenes que circulaban (o circulan) por el directo Burgos Madrid tardan casi tres horas 20 minutos en completar el trayecto. ¿Por qué tal diferencia cuando la diferencia en cuanto a distancia entre la línea de Bristol a Londres y la de Burgos a Madrid es de 102 Km? Hagan sus números. Mis matemáticas dicen que 117.5 minutos debiera de ser mas que suficiente, es decir menos de dos horas.
En el Reino Unido no existe la alta velocidad, y como ya he apuntado sus servicios ferroviarios están sumidos en una especie de caos. Sin embargo y si lo comparamos con el ferrocarril Madrid Burgos, su efectividad y velocidad son mas que envidiables.
Un saludo