viernes, 27 de febrero de 2009

Estado terminal

Muy enferma tiene que estar la sociedad para que una persona cuyas virtudes no han sido otras que echar un polvo ante las cámaras del gran hermano o atacar de forma verbal y racista a una de las otras concursantes acabe siendo venerada por el publico, la prensa e incluso algunos miembros (y miembras) del gabinete Brown.
Muy enferma, muy grave, quizás en estado terminal.
Estoy refiriéndome al caso de Jade Goody, una profesional de los reality shows que, por desgracia, tiene sus días contados por aquello de sufrir un cáncer con metástasis es decir que se encuentra en estado terminal.
Pero eso no ha sido óbice para organizar una especie de carnaval mediático insufrible. Una boda in extremis con su noviete (por cierto una especie de macarrilla televisivo con condena incluida) y exclusiva millonaria para dejar una buena herencia a los niños (de su noviete anterior) tras el fatal desenlace.
No solo eso. También ha logrado un fichaje con una televisión para seguir día a día la evolución de su enfermedad, una especie de circo morboso, con pingues beneficios, posiblemente millonarios, para sus retoños.
Siendo sincero, me parece inmoral. Y conste que no le culpo a ella, por mucho que sea la beneficiaria, o sus hijos, sino a quienes explotan la basura y las miserias humanas para conseguir pingues contratos publicitarios, y a esa sociedad que con su curiosidad morbosa hacen de esa misma basura, de esas mismas miserias humanas, éxitos mediáticos con audiencias millonarias.
Pero es que en este caso hay algo más. Los comentarios hechos por el primer ministro, así como los favores concedidos al novio de la interfecta por el secretario de justicia, pueden ser entendidos como una loa a una persona cuya cualidades mas conocidas son su mas que dudosa moralidad y su conocida xenofobia.
Si de una xenófoba hacemos una especie de santa, mal ejemplo estamos dando.Lo dicho, la sociedad esta enferma, muy enferma, en estado terminal.

lunes, 23 de febrero de 2009

Dimisión

Mariano, el Fernández Bermejo, el hijo del viejo dirigente franquista, ha hecho mutis por el foro. ¡Ya le ha costado!

Otros y otras siguen impasibles al desaliento pegados al sillón de sus entretelas, sin moverse aunque les echen agua hirviendo, a pesar de sus incompetencias, que no es falta de competencias (aunque lo sea en algún caso), sino inutilidades supinas.

No dimiten, sino que se van de viaje. Ni mas ni menos que a Siberia ¿para aprender o de vacaciones?

El caso es que el Torero (así lo jalearon ciertas señorías la pasada semana) se ha largado, y no precisamente por la puerta grande.

Tras de si queda caos en el departamento de justicia y un cierto tufillo añejo, como a viejo régimen con astas de ciervos y cacerías o monterías de señoriítos pijos con bigotillo del movimiento, y es que, quien tuvo, retuvo.

En su caso, como es bien sabido, de casta le viene al galgo.

Bermejo se va, y otros, sean del color político que sean, debieran de seguir su ejemplo.

¿Cuántos lo harán? Temo decir que muy pocos.Un saludo

martes, 10 de febrero de 2009

Vacio y miedo

No se si es lo normal. Creo que no. Pero mi falta de experiencia al respecto no permite que encuentre ninguna lógica a lo que estoy viviendo.
Algo me dice que debiera de estar mucho mas alterado, sin control. Sin embargo solo me encuentro perdido. No lo entiendo.
Reconozco no saber si fue a propósito o un accidente. Alguien casi acaba con mi existencia. Sin embargo no siento realmente rabia contra el. No siento odio, no siento nada.
¿Miedo? Naturalmente que si. Creo que es humano tener miedo ante la posibilidad de la muerte. Pero aparte del miedo no siento nada, me siento vacío.
El pasado viernes era un día normal. Con sus mas y sus menos, pero normal.
Fue un día un tanto intenso, uno de esos que absorben las energías hasta el punto de llegar al agotamiento total. Los dos, mi media naranja y servidor estábamos exhaustos.
Tanto es así que decidimos ir a la cama antes de que el reloj marcara las 10, algo totalmente anormal en mi persona, y antes de ser capaz de leer media pagina del libro que esta en mi mesilla, ya había caído en los brazos de Morfeo.
A eso de las 11 y media de la noche algo despertó a mi esposa. Era el ruido de unos impresentables borrachos y drogados en el rellano de la escalera, justo ante la puerta de mi casa. Entre ellos se encontraba uno de mis vecinos, un impresentable. Desde una de nuestras ventanas los pudimos ver sin ser vistos, era un espectáculo surrealista.
No era cuestión de abrir la puerta y enfrentarse a ellos. Se les notaba violentos. Muy violentos, y eran tres. Mejor no enfrentarse a ellos.
Pero claro, tampoco se puede llamar a la policía por algo así. No es demasiado “serio” como para que las fuerzas del orden se molesten en acudir. Mejor dejarlo estar.
Minutos más tarde los energúmenos decidieron intentar quemar un osito de peluche. Uno de esos que supuestamente son incombustibles.
Casi me meo de risa cuando en realidad debiera de estar preocupado, porque incombustible o no, el muñeco acabó ardiendo, provocando un incendio.
No contentos con las primeras llamas los descerebrados decidieron poner encima del muñeco una bolsa de basura con lo que el fuego, lejos de amainar, se avivó.
Mi apartamento se transformo en una ratonera sin escape, como se lo cuento.
Lo único que pudimos hacer fue resignarnos y aguantar asomados a la ventana para poder respirar, a que los bomberos acabaran su trabajo.
Naturalmente denuncie los hechos, y los culpables fueron enjaulados. Pero ahí no acabo la historia.
Como consecuencia del arresto a la vecina le dio un ataque de rabia racista. Justo lo que necesitaba para calmar el ánimo.
Pero, en peores plazas hemos toreado. Así que saldremos adelante. Lo que me preocupa es el hecho de que habiendo sufrido una experiencia tan sumamente peligrosa (si no nos hubiéramos despertado quizás ahora mismo no estaría contándoselo, de acuerdo con los bomberos) no siento nada. Ni ira, ni odio, solo miedo y vacío
Un saludo

jueves, 5 de febrero de 2009

Manto blanco


14 Años, 14, hace que me vine a la rubia Albión y hoy, por primera vez, me siento como en Burgos. Me explico.
No se trata del olorcillo a morcilla (como se le hecha en falta) o a cordero asado. Tampoco se trata de la catedral, los gigantillos, o las yemas de canónigo.
Me siento como en Burgos, porque por primera vez desde que llegue a la isla, nos hemos levantado con una nevada de las de órdago a la grande. (Seamos serios, una nevada de las de segunda división para los baremos de las tierras del Arlanzon)
El caso es que por primera vez en 14 años el suelo esta cubierto con el blanco manto.
-Y seguro que, como muchos otros, Ud. ha decidido que hoy, eso de ir a trabajar, pal gato.
-Pues no. He acudido a trabajar como cada día. Al fin y al cabo la nevada, vuelvo a repetirlo, con ser las mas intensa que he vivido en estas tierras, no deja de ser de las de segunda división. Y al fin y a la postre, uno no necesita conducir para ir a trabajar. Cinco minutos de caminata sobre la nieve no matan a nadie, aunque los pies acaben helados.
Lo curioso de caso es que tras el caos vivido en Londres el pasado lunes, nadie se ha tomado la molestia de tomar medidas que pudieran mitigar los efectos de un temporal anunciado. Los meteorólogos avisaron de que las grandes nevadas iban a afectar esta parte del país como así ha sido, y nuevamente los transportes públicos, han dejado de funcionar. En el aeropuerto de Bristol ha habido problemas y cancelaciones de vuelos. Igual que en un gran numero de aeropuertos británicos, i.e. Cardiff, Luton, Birmingham, etc.

Pero como ya apunte el pasado lunes, las infraestructuras británicas no son como para tirar cohetes, sino más bien lo contrario.
La murga de la puntualidad inglesa no es sino un topicazo como una catedral, algo del pasado sin visos de realidad en el presente.
A mi esto de la nieve ha hecho que me afloraran recuerdos nostálgicos. A otros, por el contrario, les ha despertado instintos infantiles.
Ver a esos grandullones, ingenieros superiores, diseñadores, managers, haciendo muñecos de nieve era sumamente divertido. Niños creciditos… ¡Lo que hay que hacer para vencer al estrés!
A la hora de escribir estas líneas, esta ya anocheciendo. Sin embargo el manto blanco sigue cubriendo las calles de Bristol a pesar de las horas transcurridas desde la llegada de la nieve.
Un saludo

lunes, 2 de febrero de 2009

Mal de muchos...

Seguimos con refranes. Mal de muchos, consuelo de tontos.
Y es que, los defensores de Dña. Magdalena, la ministra del Cha cha cha, no han perdido ni un minuto para apuntar al hecho de que no solo Barajas se colapsa con la nieve.
Claro que han olvidado un hecho, a mi entender, bastante importante.
La nieve en Barajas, es algo casi habitual, ¿O acaso no hay nevadas en Madrid cada invierno? Mientras que la presencia de nieve en el Reino Unido, excepción hecha de Escocia, es algo que casi entra en el capitulo de la anécdota.
Pero por otra parte, el hecho de que en UK tengamos un gobierno de ineptos no le quita “meritos” a la ministra Álvarez. Mas bien lo contrario, por aquello de ser incapaz de aprender en cabeza ajena.
Pero los del borregato no han perdido la ocasión para intentar justificar lo injustificable.
¡Necios!
¿Acaso no saben que el Reino Unido es todo menos el ejemplo a seguir si hablamos de infraestructuras?
¿Acaso nunca han oído la caótica situación de los ferrocarriles británicos, de las autopistas británicas, de los hospitales, de las escuelas, etc.?
Parece ser que no.
Una vez dije que hay quienes con ponerse un Barbour y pasear un par de horas por Covent Garden, son expertos en el Reino Unido. Y esos son muchos de los que ahora mismo intentan defender a la Álvarez apuntando al caos causado por la nevada londinense.
Lo dicho, Mal de muchos.
Un saludo.