jueves, 5 de febrero de 2009

Manto blanco


14 Años, 14, hace que me vine a la rubia Albión y hoy, por primera vez, me siento como en Burgos. Me explico.
No se trata del olorcillo a morcilla (como se le hecha en falta) o a cordero asado. Tampoco se trata de la catedral, los gigantillos, o las yemas de canónigo.
Me siento como en Burgos, porque por primera vez desde que llegue a la isla, nos hemos levantado con una nevada de las de órdago a la grande. (Seamos serios, una nevada de las de segunda división para los baremos de las tierras del Arlanzon)
El caso es que por primera vez en 14 años el suelo esta cubierto con el blanco manto.
-Y seguro que, como muchos otros, Ud. ha decidido que hoy, eso de ir a trabajar, pal gato.
-Pues no. He acudido a trabajar como cada día. Al fin y al cabo la nevada, vuelvo a repetirlo, con ser las mas intensa que he vivido en estas tierras, no deja de ser de las de segunda división. Y al fin y a la postre, uno no necesita conducir para ir a trabajar. Cinco minutos de caminata sobre la nieve no matan a nadie, aunque los pies acaben helados.
Lo curioso de caso es que tras el caos vivido en Londres el pasado lunes, nadie se ha tomado la molestia de tomar medidas que pudieran mitigar los efectos de un temporal anunciado. Los meteorólogos avisaron de que las grandes nevadas iban a afectar esta parte del país como así ha sido, y nuevamente los transportes públicos, han dejado de funcionar. En el aeropuerto de Bristol ha habido problemas y cancelaciones de vuelos. Igual que en un gran numero de aeropuertos británicos, i.e. Cardiff, Luton, Birmingham, etc.

Pero como ya apunte el pasado lunes, las infraestructuras británicas no son como para tirar cohetes, sino más bien lo contrario.
La murga de la puntualidad inglesa no es sino un topicazo como una catedral, algo del pasado sin visos de realidad en el presente.
A mi esto de la nieve ha hecho que me afloraran recuerdos nostálgicos. A otros, por el contrario, les ha despertado instintos infantiles.
Ver a esos grandullones, ingenieros superiores, diseñadores, managers, haciendo muñecos de nieve era sumamente divertido. Niños creciditos… ¡Lo que hay que hacer para vencer al estrés!
A la hora de escribir estas líneas, esta ya anocheciendo. Sin embargo el manto blanco sigue cubriendo las calles de Bristol a pesar de las horas transcurridas desde la llegada de la nieve.
Un saludo

1 comentario:

Merche Pallarés dijo...

Gracias Exi por haberme contactado porque no te tenía en mis contactos y echaba de menos no saber de ti.
Pues la nieve ha trastornado muchísimo a todos los que ya debían estar acostumbrados porque ya se sabe que en invierno igual ¡nieva! Normal, de cajón... Besotes, M.