miércoles, 24 de septiembre de 2008

Holgazaneando

Hay que ver que bien sienta tomarse un par de días extra de descanso.
Quedarse en casa mientras los demás andan doblando el espinazo, tener todo el día para hacer lo que te de la gana.
Es lo que he hecho estos dos días pasados.
Aprovechando el regreso de mi esposa decidí que no quería trabajar, que quería permanecer en casa con ella para tratar de recuperar el tiempo perdido (si, en ese aspecto también)
Y coño que lo recuperamos.
Nos hemos divertido de lo lindo, como hacia tiempo que no lo hacíamos, (también en eso, claro esta) y disfrutado de la mutua compañía como solo se hace tras una prolongada ausencia.
Y esa sensación de felicidad se ha visto aumentada o realzada por el hecho de no tener que bajar a las minas, de no tener que mirar al reloj de poder hacer lo que nos diera la gana sin tener que contar los minutos. ¡Fabuloso!
Lo recomiendo, a pesar de tener que prepara el escenario con un periodo previo de separación (cinco semanas es suficiente)
Como así mismo les recomiendo dar rienda suelta a sus sentimientos cuando lo necesiten. Si se sienten con ganas de cantar, canten, de llorar, lloren, de reír, pues méense de risa. Y sobre todo si sienten que su cuerpo les pide un día de descanso, lejos del trabajo, atendiendo a lo que realmente importa, es decir a sus seres más queridos, pues tómenselo. Eso es lo que he hecho durante los dos últimos días y les prometo que me siento muchísimo mejor.
Un saludo

3 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Pues que requetebien querido desterrado. Siempre viene muy bien tomarse unos dias de descanso y disfrutar de un reencuentro afectivo y amoroso despues de una ausencia. Me alegro de que estés contento. Besotes, M.

PILAR dijo...

Como te comprendo, exi.
Mira, yo normalmente no estoy con mi marido a diario, no le veo casi en todo el día, llega sobre las 9, y normalmente ya es para cenar y a dormir. A mí me gusta estar con él, tengo esa suerte después de 18 años con él. Y echo de menos no disfrutar de una tarde o un día.
Cómo te comprendo.
Nosotros intentamos ponermos una tarde a la semana, al menos, para nosotros, la del sábado o la del domingo.
Por cierto, holgazanear es lo mejor que hay.
Yo, ahora estoy de baja, y con la espalda echa una mierda, pero llevo una semana de tontorra por la vida, no es lo mismo que estar de vacaciones, indudablemente. Pero alejarse de la obligación laboral aunque sea por una contractura merece la pena.
Me alegro que hayas disfrutado.
Joder, que cinco semanas son muchas, sobre todo para vosotros los hombres, ejem, ejem...
Besos, exi.

manzacosas dijo...

Sí señor. Tienes toda la razón del mundo. Un saludo