El marido de la ministra

No es ni será la primera vez que un político británico es pillado con los pantalones bajados. Incluso alguna oficina del parlamento ha sido testigo muda de las florituras sexuales de algunas de sus señorías (o señoríos), el hace un par de semanas.
De hecho por estas tierras ese tipo de comportamientos a acabado con muchas carreras políticas, no exagero.
En la celtiberia este tipo de cosas nos importan un rábano. Que el político o política de turno se corra sus juergas suele ser motivo de cachondeo, salvo que además de los favores sexuales el político o política de turno meta la mano en la caja de las galletas para pagarse sus vicios. Eso si que suele levantar ronchas.
Al marido de la ministra del interior del reino unido le gustan las películas porno, algo que a ella no le hace ninguna gracia. Pero es que además le gusta visionarlas gratis. Bueno no, gratis no. Le gusta visionarlas a cargo del erario público.
Imagínense el cachondeo si un día nos enteramos de que la Sra. de Rubalcaba, por aquello de la equivalencia de cargo, suple las ausencias de su marido con metraje de alto contenido erótico. Casi puedo imaginarme los chistes al respecto. ¿Y si fuera la pareja (o parejo) de Bibiana? Seria de traca. Formaría parte del repertorio de todos los y las humoristas celtibéricas.
Pero claro si la noticia fuera acompañada de una carga para las arcas del estado, pues eso, el cabreo estaría generalizado.
Por cierto, el Reino Unido tiene una de las legislaciones mas dura sobre el visionado de pornografía. (Por ejemplo no se puede ver un primer plano de un pene erecto, mucho menos una penetración) Aunque eso si, este país es uno de los grandes productores europeos de porno. Pero el consumo esta restringido. ¿Acaso no debieran los políticos, especialmente el marido y ayudante de la responsable de orden publico, dar ejemplo al resto de la ciudadanía? Pues eso.
Un saludo.