martes, 17 de marzo de 2009

O algo peor

No se sabe quien tiene la razón. Si el economista, el premio Nóbel Krugman, o el presidente Rodríguez, el eterno optimista... o algo peor.
El uno dice que nos vallamos preparados, el otro sigue soñando despierto con un futuro glorioso, esperanzador, brillante.
No es cuestión de negarle la mayor al presidente.
No es la primera vez, ni será la última, en que los economistas de carrera, los académicos del dinero, meten la pata hasta las ancas.
La situación económica actual en Zimbabwe, por poner un caso, no deja de ser un ejemplo claro de cómo los dictámenes, recomendaciones e incluso imposiciones de los economistas (en este caso los del banco mundial y el FMI) pueden acarrear consecuencias trágicas para una economía local. Tanto es así que el caso de Zimbabwe se estudia en las facultades de sociología, o al menos en la mía.
Pero ¿Cómo darle pábulo a un presidente optimista... o algo peor, que no ha mucho negaba la existencia de una crisis que el resto de los mortales veía venir?
Además, tengo para mi que el presidente tampoco tiene las cosas muy claras y ayer nos salio por peteneras.
Se refirió a al que el denomino “transición económica” y que, según sus palabras, será similar a la “transición política” vivida en nuestro país tres décadas atrás. Por favor, que alguien me explique de lo que esta hablando.
A mi me suena a paja mental, a bullshit que dicen los británicos, es decir a un abrir la boca por no callar y decir lo primero que le viene a la mente aunque no tenga el mas mínimo sentido.
Ni siquiera quien fuera hombre fuerte o artífice, como dicen algunos, de la bonanza económica británica, el actual primer ministro Brown, sabe como salir adelante, y sin embargo el presidente Zapatero, un hombre que supuestamente sabe de leyes pero no es reconocido como economista, parece tenerlo muy claro, tan claro como para enmendarle la plana el premio Nóbel krugman.
¡Dios nos proteja!
Por eso y a pesar de las posibilidades de que el Nóbel en cuestión este equivocado, sigo pensando que es mejor dar crédito a sus palabras, y olvidar las palabras grandilocuentes, vacías, sin sentido de un presidente del gobierno que ante otros foros, no esta, no sabe, o no contesta. El presidente optimista... o algo peor, el presidente inconsciente.
Un saludo.

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