jueves, 15 de mayo de 2008

Memorias, si. Pero mejor no las mias.

Después de escribir una de las primeras entradas a este blog me di cuenta de que, como quien no quiere la cosa, estaba escribiendo en clave auto-biográfica, vamos que me había dado por escribir mis memorias.
Confieso que me asusté.
Para mí que cuando uno escribe sus memorias es que tiene ya un pie en el otro lado, salvo que el autor sea un ex ministro ex presidente del gobierno o artista al uso de salsa rosa en cuyo caso lo que escriben suele alejarse tanto de la realidad que al ser ficción no afecta a los factores vitales del escribiente. Están a salvo.
Es bueno recordar, de eso no hay duda. Recordar es como volver a vivir tiempos pretéritos. Ya saben lo que dijo el poeta, “cualquier tiempo pasado fue mejor”. Por eso cuesta resistir la tentación del memorialista. ¡Pero es que a ese precio…! Pues como que no.
Por eso mismo, sin renunciar a hablar del pasado voy a tratar de recordar lo que hicieran otros, no tengo prisa por cruzar la Estigia.
¿Y que es eso que hicieron otros? Pues lo normal, sobrevivir.
En aquella Burgati de los 80 “otros” hicieron muchas cosas positivas, y más de una Picia negativa.
Fueron tiempos de buena música, mejor radio, gran creatividad artística, el resurgimiento “a lo bestia” de los carnavales y algún que otro pelotazo inmobiliario burgalés que le costaron al alcalde Peña mas de un disgusto.
¿Se acuerdan de la inmobiliaria “Tío Peña”? ¿Y de los tilos (Y parking) de la Flora? Yo si me acuerdo aunque creo que siendo justos no fueron éstos los únicos que la liaron en la ciudad castellana.
Otras inmobiliarias rompieron con el inmovilismo urbano e hicieron cambios en la city que mejor nos hubieran evitado. Pero como no me gusta entrar en polémicas mejor dejamos este tema.
Y si los años 80 fueron tiempos dinámicos, los 90 tampoco se quedaron atrás, aunque quizás con algunos matices diferentes respecto a la década anterior.
Al final de la misma los burgaleses se regalaron un consistorio socialista, todo un cambio para una Burgati de por si conservadora, lo que, según dicen, trajo un brisa de frescura a los salones municipales.
Personalmente no puedo decir mucho de los 90 ya que por aquellos días uno andaba en pleno destierro, aunque he de decir que en cada regreso a la ciudad encontraba cambios que no pasaban desapercibidos. Pero lo confieso, desconozco como era el ir y el venir del Burgos noventón así que prefiero dejar a otros la tarea de recordar el fin de siglo burgalés.
Y hablando del termino Burgati ¿Se acuerdan de los “Fancines” burgaleses de los 80? El Cantarranas, la Burgati y alguna que otra publicación surgida de ese ente abstracto llamado “Factoría de Enormidades” Alguien tendría que bucear en esos recuerdos.
Un saludo

2 comentarios:

manzacosas dijo...

Hola. Veo que soy el primro en decirte algo, o al menos me lo parece. Creo que no tienes razón en lo de las vivencias personales, pues todos hablamos de ellas, por lo que no hay que asustarse, ni mucho menos.

¿Los 80? Creo que fueron buenos años para todos, con sus cosas malas, negativas, como es de las inmobiliarios, los tilos, etc., pero en general diría que muy buenos años.

Luego vas a los 90, con los socialistas en el municipio. Lo mejor que hicieron fue quitar a varias calles sus rancios nombres, que ya no venían a cuento para nada.

Adelante, desterrado, que lo estás haciendo muy bien. Un saludo. Manzacosas

Anónimo dijo...

La Flora con tilos y coches era un lugar que tenía mucho encanto. Con tilos y sin coches habría sido "el lugar".