¡Perro mundo!

Y a pesar de la que esta cayendo, sus señorías se van de vacaciones. 12 semanas, 12. 84 días con sus correspondientes noches de asueto. ¿Qué les parece?
Hablo de sus señorías y me refiero a los MPs del parlamento británico, a los “comunes” y a los “lores”. A los mangantes de cualquier signo político que han sido capaces de arramplar con buenas cantidades de dinero en concepto de “dietas” absurdas, y a los parlamentarios NO electos de una cámara alta que no sirve para casi nada, igualito que el senado español.
Ayer lo anunciaban en la televisión, es el inicio del periodo vacacional (no podemos decir estival pues alcanza hasta octubre) durante el cual no habrá actividad parlamentaria, simplemente una vergüenza.
Cierto es que en esta ocasión no están pasándose la ley por el forro de sus intenciones, pero no deja de ser inmoral.
¿Se imaginan Uds. la bicoca de poder disfrutar de 12 semanas de asueto “veraniego” las vacaciones de navidad, el parón de semana santa los fines de semana y los días de fiesta nacional? Vamos que si sumamos todo, estos tíos solo trabajan medio año, si es que se puede decir que trabajan.
Pero lo que es cobrar, cobran todo el año, mas las correspondientes dietas, como esta mandado.
Sus señorías se van de vacaciones dejando la isla en uno de sus peores momentos. Record europeo de muertes causadas por la gripe porcina, una crisis que amenaza con dinamitar la economía, unas cifras de desempleo desmesuradas. Consecuentemente, una tensión social que se siente en las calles, aumento de la criminalidad, etc.
Lo de Berlusconi y sus rameras esta mal, especialmente porque a la degeneración moral que dirían los más puristas hay que añadirle el hecho de que ‘il cabaglieri’ utiliza recursos públicos para sus encuentros con las meretrices y los enanos.
Pero lo de sus señorías británicas es peor, porque además de apuntar con el dedo acusador al sátiro italiano, ellos y ellas no andan muy lejos en asuntos inmorales.
Los palacetes italianos son como la corte de los milagros, y el parlamento ingles asemeja el patio de Monipodio.
Y entre tanto los ciudadanos, a tragar (por no decir algo más crudo)
¡Perro mundo (O ¡Mondo cáne! que dirian los italianos)