miércoles, 3 de junio de 2009

Mi voto, Abstencion.

Uno no es precisamente monárquico. De hecho no es monárquico para nada, y afirmar eso no es nada nuevo.
Sin embargo he de reconocer que la reina española ha dado una lección de buen hacer a la clase política española.
Mientras los politiquillos o politicastros, léase chupópteros, usan y abusan los medios públicos, la reina viaja en vuelo regular, y en una compañía de bajo coste, vamos en segunda. ¡Con un par!
-Es que era el vuelo más conveniente, el directo Santander Stansted
-Más fácil hubiera sido utilizar un aparato de la fuerza aérea, más fácil, más cómodo, y por supuesto mucho más caro. Esa esta la cuestión. Incluso si hubiese volado en primera clase en Iberia o British Airways, aun seria mucho mas barato que utilizar el avión del ejercito.
Por mis circunstancias personales, soy uno de esos que tiene la posibilidad de votar dos veces en las elecciones europeas que vienen. Puedo votar en España por aquello de ser ciudadano celtibérico, y puedo votar en UK por ser residente de la isla. Sin embargo, visto lo visto, mis papeletas se van a quedar en casa. Los politiquillos, politicastros y chupópteros en general han logrado que pierda mi fe en el sistema democrático actual que, sin lugar a dudas, huele a podrido. Por eso me niego a votar. Me niego a refrendar con mi voto la presencia de algún indeseable viviendo del cuento en Estrasburgo, o (en el caso británico) en el ayuntamiento. Conmigo, que no cuenten.
En la Rubia Albión se ha destapado la caja de los truenos y hemos descubierto que los indeseables han metido la mano en el cajón.
En la Celtiberia cada día hay más casos que demuestran que los políticos no buscan el bien común, sino su propio beneficio, y es por eso que me niego a participar en esta farsa. Va a ser la primera vez en mucho años, en los que decido optar por la abstención, es decir por el inconformismo.
Y eso lo quiero dejar claro. Los politiquillos, politicastros y chupópteros afirman que es malo abstenerse. En mi opinión, y tal y como están las cosas, la abstención es la única forma moral de votar.
Porque votar a unos o a otros es aceptar el que unos u otros se apoltronen y sigan aprovechándose de la cosa publica. El voto en blanco es una aceptación implícita de la situación que viene a decir que igual te da uno que otro. El voto nulo es una gamberrada aunque también puede verse como una forma de protesta. Pero si hay una protesta que realmente llama la atención de los políticos es la abstención, porque significa estar en desacuerdo con el status quo, que es precisamente mi postura actual.
Uds. hagan de su capa un sayo. Yo lo tengo más que decidido.
Un saludo

4 comentarios:

Merche Pallarés dijo...

Yo, al igual que tu, querido exiliado, me voy a abstener por primera vez. Siempre he votado pero de ahora en adelante pienso pasar, por las mismas razones que tu expones. Esta "democracia" no me convence. Besotes, M.

vuelo605 dijo...

Totalmente de acuerdo con vosotros. Ahí va una perla que me han mandado por e-mail

En Brasil, su mejor filósofo y, al mismo tiempo, humorista (o al revés), Millôr Fernandes, lanzó un desafío público con la siguiente pregunta:
¿Cuál es la diferencia entre Político y Ladrón?

Le llamó la atención la respuesta de un lector:
Estimado Millôr, después de una larga búsqueda llegué a esta conclusión: la diferencia entre el político y el ladrón es que yo elijo al uno, y el otro me elije a mí. ¿Estoy en lo cierto?
Fabio Viltrakis, Santos, Sao Pãulo.

Esta fue la réplica de Millor:
Viltrakis, usted es un genio ... Es el único que logró encontrar una diferencia!

vuelo605 dijo...

Espero que me perdoneis: Ayer voté, en blanco pero voté. Os cuento: Mi hija de casi 4 años al final me convenció de la manera más tonta, pues el colegio donde estudia es también el colegio electoral del barrio. Se pasó toda la jornada de reflexión diciendo que teniamos que ir a votar y que así íbamos a su colegio. Mi mujer ya tenía intención de votar, así que el domingo nos fuimos al colegio. Mi hija nos enseñó todas las dependencias: el comedor, el pasillo donde están las perchas en donde cuelga su bata, su clase... y finalmente el gimnasio, lugar donde estaban las mesas electorales. Acompañé a mi mujer a votar y cuando saliamos mi hija preguntó: ¿papá no vota?. Cogí un sobre, se lo dí a mi hija y otra vez a la mesa electoral a depositar el sobre en blanco en la urna: vuelo605 votó.
Hay que ver lo que somos capaces los padres por hacer felices a nuestros hijos
Perdonad y saludos

Exiliado dijo...

Es tu derecho y lo has ejercido. Nada que perdonar, asi que duerme tranquilo... no te pondremos en el libro oscuro...